22 de octubre de 2016
Hace una semana comencé un curso acerca de "Flepped Clasroom".
Ya antes había escuchado hablar a algunos compañeros acerca de este modelo pedagógico, pero no tenía una idea clara de las ventajas e inconvenientes que podía generar su aplicación en el aula. Sabía que consistía en dar la vuelta a la clase, de forma que los alumnos puedan acceder a la teoría o a las explicaciones sobre determinados temas desde casa, empleando para ello vídeos, materiales y recursos elaborados previamente y poniéndolos a su disposición a través de las nuevas tecnologías, dejando así más tiempo dentro del aula para llevar a cabo otro tipo de tareas, más activas, prácticas o colaborativas.
Sin embargo, después de leer e investigar el origen y la aplicación de esta metodología en los distintos niveles educativos, las consecuencias positivas que puede conllevar sobre el aprendizaje autónomo de los alumnos y el aprovechamiento del tiempo y la dedicación individual del profesor dentro del aula, creo que es un modelo bastante interesante, que puede permitir incrementar el interés por el conocimiento y la aplicación del mismo, a la vez que desarrolla otras capacidades, tanto en los docentes como en los alumnos.
Me ha sorprendido la cantidad de recursos que nos ofrecen las nuevas tecnologías para la creación de contenidos y nuevos materiales, a través de programas más o menos sencillos y gratuitos, así como la cantidad de materiales ya elaborados por otros docentes o personas interesadas sobre multitud de temas y contenidos educativos.
Me planteo introducir esta metodología en mis clases de Educación Infantil, poco a poco y de forma paulatina. Merece la pena intentar poner en práctica algo que tanto nos puede aportar y enriquecer a los distintos sectores de la comunidad educativa (docentes, familias, alumnos..).
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